Dejar el pasado atrás
El pasado puede ser una carga pesada para muchos, algunas personas no saben simplemente pasar página y seguir con su vida dejando atrás problemas, situaciones, emociones, sentimientos que acontecieron tiempo atrás y ya en la actualidad no volverán a ocurrir o se vivirán de una manera distinta.
A esto psicológicamente se le llama resiliencia y ésta es la capacidad que tienen los seres vivos de sobreponerse a las etapas de situaciones difíciles y dolores emocionales. Mientras que cuando el individuo logra sobreponerse a la etapa entonces se dice que tiene una resiliencia adecuada, muchos que superan la etapa resultan estar más fortalecidos emocionalmente. A este término también se le conoce como entereza.
La resiliencia de trabaja desde la psicología positiva, la cual se enfoca en trabajar las capacidades, atributos positivos y valores de los seres humanos y no tocar las debilidades y patologías como normalmente hace la psicología tradicional.
El pasado puede ser esa carga pesada que arrastremos toda la vida, o ser una fuente de experiencia que nos motive siempre a cambiar y no caer en los mismos errores que nos llevaron a la situación que no podemos dejar atrás.
Para comprender el dominio positivo o negativo que ejerce el pasado sobre el ser humano, tan solo basta con observar la forma en que se toma decisiones, miramos atrás buscando situaciones similares para hacer o no hacer lo que hicimos en ese momento.
Claves para ser una persona resiliente
Para ser una persona que deja el pasado atrás o mejor dicho resiliente hay factores que se tienen que poner en marcha, claves esenciales para seguir con una vida normal y dejar la carga pesada que nos hemos impuesto sobre los hombros:
Tener autocontrol: tenemos que aprender a conocernos, hacer una autoevaluación y a partir de ella aceptarnos y valorarnos. Siempre enfocados en la realidad y la comprensión.
Control interno –Locus: Nos hace sentirnos responsables de lo que sucede, pero no por culpa, sino para controlar nuestra vida y actuar sabiendo las consecuencias, no se puede depositar la confianza en factores externos, sino en nuestra propia capacidad.
Autoestima equilibrada: Que no es ego, sino autoconfianza, una imagen positiva y equilibrada, tanto en aspectos positivos como negativos y sobre todo ver la vida con sentido del humor, mirar positivamente a las posibilidades que se presentan siempre.
Ten siempre motivos para vivir: Las motivaciones se alimentan de pasiones y vocación. Debemos aprender a enfocar las energías hacia el talento y utilizarlo para hacer aquello para lo que tenemos habilidad y que nos hace feliz y aporta bienestar.
Ser flexibles: Ser flexibles en la aceptación de los cambios, y utilizar la creatividad para mover los recursos nuevos que tenemos para ponerle solución a los problemas, tener iniciativa es esencial para introducirnos a nuevos comportamientos.
Perseverancia y logros: Hay que buscar mejorar los comportamientos de forma periódica, haciéndolo de forma enérgica para conseguirlo. La energía que se dedica a aquello que queremos lograr, es la base de los objetivos trazados.
Relaciones personales y equilibrio: Es importante incluir en nuestras vidas personas con vínculos afectivos sólidos, personas con empatía elevada y que tienen un correcto manejo de las relaciones interpersonales, de esa manera nos contagiamos y nos permite tener redes sociales que nos proporcionan pertenencia y ayuda.
Si necesitas ayuda para dejar ir el pasado y continuar con las cosas maravillosas que te ofrece el futuro, ven a Psicólogos en Móstoles y nosotros te ayudaremos.