Origen y síntomas de la paranoia
La paranoia está considerada como un trastorno delirante cuya manifestación ocurre permanentemente a través de un desajuste de personalidad, extrema desconfianza, rigidez, falsos juicios y sobreestimación.
Cuando este desajuste se fortalece puede llevar a padecer psicosis paranoide delirante, una enfermedad basada en la idea de que se está siento perseguido, y que con frecuencia suele surgir a partir de los 40 años.
Uno de los orígenes de la paranoia puede ser el abuso de alcohol y sustancias como la marihuana, la cocaína o las anfetaminas, dado que éstas pueden inducir pensamientos y actitudes propios de la paranoia. De hecho, ciertos informes apuntan a que la marihuana puede provocar paranoia aguda. Este trastorno también se ha visto en personas sometidas a un nivel de estrés muy elevado.
Así mismo, los pensamientos de paranoia pueden originarse también en emociones de tipo negativo como pueden ser la frustración, la tristeza, la depresión y la irritación. Muchos médicos apuntan a que para las personas que padecen tristeza las únicas explicaciones a sus problemas que les parecen razonables son las de tipo negativo, y estas explicaciones pueden provocar la aparición de paranoia.
En lo que respecta a los síntomas de la paranoia, los más comunes suelen ser:
- Desconfianza exagerada.
- Actitud hostil.
- Aislarse socialmente.
- Tendencia a pensar que los demás quieren aprovecharse de ellos o herirles.
- Reaccionar de manera desproporcionada ante ataques.
- Poca capacidad para trabajar con otros.
- Sospechar constantemente que su pareja le es infiel.