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Sonambulismo: ¿Vivir dormido?

Sonambulismo: ¿Vivir dormido?

El sonambulismo, que entra dentro de los trastornos del sueño, es algo que no se queda en la idea de alguien que se levanta y camina dormido o hace alguna otra cosa.

En las personas el ciclo normal del sueño pasa por varias fases, desde la leve somnolencia hasta el sueño profundo. El sueño con movimiento rápido de ojos (sueño REM), es diferente, y en este son más habituales los sueños vívidos.

Cuando una persona duerme, pasa por varios ciclos de sueño REM y no-REM. Y en este último en el que ocurre con más frecuencia el sonambulismo, aunque también se puede dar en ciclos de sueño REM cercanos a la mañana.

La causa del sonambulismo en los niños se desconoce, aunque se especula que puede estar provocado por pérdida de sueño, ansiedad y cansancio o fatiga.

Los actos de una persona sonámbula pueden ir desde sentarse y parecer estar despierdo cuando realmente aún está dormido hasta ponerse en pie y caminar (imagen que todo el mundo asocia al sonambulismo) o realizar actividades de una complejidad mayor como vestirse o desvertirse, mover algún mueble o ir al baño.

En cuando a la duración de los episodios de sonambulismo, puede ser tan breve como unos segundos o minutos o ser más larga y llegar hasta los 30 minutos o más.

El sonambulismo va de la mano de algunos mitos. El más común es el del peligfro que supone despertar a una persona sonámbula. Una afirmación errónea, aunque si durante un episodio de sonambulismo la persona se despierta sí que puede ocurrir que se sienra confundida, nerviosa o desorientada al principio.

Otro de ellos es el que afirma que las personas sonbámbulas no se lastiman. Al igual que las personas despiertas, no están exentas del riesgo de lesionarse por tropezar o perder el equilibrio. Pero estas lesiones no suelen tener mayor gravedad.

La edad en la que el sonambulismo se da con mayor frecuencia es entre los 6 y los 12 años, aunque personas de cualquier edad pueden tener episodios. Así mismo, en las personas que viven solas es menos habitual que en las familias.

Aunque este trastorno del sueño no necesita asistencia médica, esta puede ser recomendable si aparece acompañado por otros síntomas, si los episodios de sonambulismo son frecuentes o persistentes, y si las actividades que lleva a cabo la persona sonámbula son potencialmente peligrosas. El tratamiento médico tampoco es necesario, pero se recomienda una evaluación psicológica para considerar si la causa puede ser la ansiedad o el estrés, asó como una evaluación médica para detectar posibles patologías asociadas.